The winter wedding is coming

Se acabó la época estival y con ella las bodas.
Ahora, “The Winter is coming” y… ¿por qué no una Winter Wedding?
Me he dado cuenta que verano tras verano, son 3, 4 y hasta 5 las bodas a las que me invitan (y para el próximo ya hay dos anunciadas) pero ninguna en invierno… ¿por qué?
Me he puesto a bucear en internet y la única explicación que dan para celebrar una boda “fuera de temporada” sería que es una versión “lowcost” pero lo que yo os voy a proponer, creerme que dista mucho de ser “lowcost” por el simple hecho de estar “fuera de temporada”. Lo que sí es cierto es que será más fácil celebrarla en ese sitio que teníais pensado o en esa ermita para la que hay dos años de lista de espera. Más fácil, pero no por ello más barato.
Tras esta introducción, volvamos a nuestra Winter Wedding.
Las posibilidades son infinitas y cálidas, muy cálidas. ¡Y románticas! Para nada frías, sosas, insípidas o tristes… ¡me parece justo lo contrario!
Luz de velas, árboles navideños, regalos ¡y felicidad! Sobre todo, porque para muchos de nosotros son fechas tristes, pues recordamos a algunos seres queridos que ya no están con nosotros. ¡Dale una vuelta a los recuerdos! A partir de ahora el invierno será feliz y el mejor recuerdo para todos será vuestro “DÍA B”.
Lo primero, es escoger una gama de colores, para no mezclar mucho y que quede muy recargado.
Mis recomendaciones van a ser fáciles, simples y limpias, como por ejemplo:
- Colores principales: blanco, azul y plata. Complementario, el morado.

- Colores principales: blanco, rojo, dorado. Complementario, la madera

Y ahora, manos a la obra con nuestro “save the date” particular. Donde también dejaremos bien clara la temática de la boda.
La novia no sólo tiene mil posibilidades de vestidos sino que, además, ¡¡nos encontramos con todo un mundo de complementos!! Gorros, guantes, botas, echarpes, abrigos, estolas, chaquetas… ¿Los géneros? desde la frágil muselina o el sexy raso en contraposición a las pieles o una cálida lana tejida.
Los zapatos son un punto y aparte. Dispondremos de botas, botines, zapatos… de piel, pelo, borreguito y podremos usar medias y calcetines. Y, cómo no, ¡blancos o de color!
El ramo será otro detalle memorable. Además de llevar flores y plantas, puedes incluir piñas, bolas de navidad, muérdago y como no, acebo y sus drupas.
¿Y el novio? Evidentemente irá acorde y a juego con nosotras. Aparte de los trajes de novio, chaqué, smoking… también tienen la opción de chalecos, abrigos y complementos como sombreros, guantes y fulares que les resguarden del frío.
Y sustituiremos el capullo de clavel o rosa blanco de la solapa por uno más temático, claro.
Los pajes “invernales” son otro mundo por descubrir. Y es que están tan monos con cualquier cosa que si además les vestimos con capas, terciopelos y lanas ¡¡aún serán más tiernos!!!
Y empiezo ya con los últimos detalles, desde esos pequeños toques en el catering, notas de humor o regalos para los invitados, hasta los meseros, minutas y alguna sorpresa más.
Empezaremos por la entrada a la iglesia, la capilla o el juzgado. ¡Todo tiene posibilidades!
Cambiaremos los detalles estivales de abanicos, chanclas y gafas de sol por mantitas, guantes o zapatillas.
La fuente de chocolate, por chocolate caliente; la barra de chuches por galletitas de jengibre y los pasteles por copos de nieve de chocolate blanco.
A la mesa, tampoco nos faltan ideas. Para meseros y minutas, unas piñas, ramas de abeto o unos lazos. ¿Rojos? ¿plateados? Todo depende de los colores que hayáis escogido previamente y si queréis darle un toque más navideño o más invernal.
Bodas invernales

Boda navideña

Boda en "nochevieja"
Los centros de mesa, también con flores y plantas pero acompañados de velas, bolas de navidad, madera y un poco de canela.
Bueno… ¿os parece “lowcost”? ¿poco glamurosa? ¿Fría, triste, aburrida? A mí lo que más me apetece de este mundo ahora mismo es que me inviten a una boda en diciembre.
¡Viva el muérdago!
Encuentra más ideas en este álbum.
Por Ila Cheyenne
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